Cambios en el entorno
económico
El punto de partida.
En enero de 1959, cuando triunfa la Revolución, después de algo
más de dos años de una cruenta guerra y cerca
de siete años de una dictadura
sangrienta que costó más de 20 mil vidas, el
panorama económico-social del país era
deprimente.
Las reservas financieras del país apenas llegaban
a 70 millones de dólares, (de más de 570 millones
cuando Batista dio el golpe de estado
en 1952); el ingreso pér-capita era de U$D 300; la
economía
dependía de las exportaciones de
azúcar,
que aportaban más del 80% de los ingresos externos
y se destinaban en un 85% al mercado
norteamericano. La definición de los historiadores era que
"Cuba es un
país eminentemente agrícola, mono-productor y
mono-exportador". (Oleinik, 1977, p. 144).
La "industria
nacional" se limitaba a centrales azucareros, fábricas de
cerveza, ron,
calzado, cigarros, entre otras. El resto eran pequeñas y
medianas empresas muchas
de las cuales apenas podían subsistir por la competencia
desleal de importaciones
extranjeras.
El nivel de los indicadores
sociales era deprimente: más de la tercera parte de la
población estaba desempleada (en el campo
más del 40%); un 30% de analfabetismo
(40% en el campo); una escolaridad media de segundo grado; la
mitad de la población infantil estaba sin escuela, mientras
20 000 maestros estaban desempleados. La mortalidad infantil era
de 60 por 1000 nacidos; un médico por cada 1200 habitantes
(361 en La Habana, 2300 en el interior) y la esperanza de vida al
nacer no pasaba de 60 años.
La medida más importante que promulgó el
Gobierno
Revolucionario en los primeros meses fue la Reforma
Agraria, con la cual se expropiaron las tierras de grandes
latifundios, una parte se distribuyó a los campesinos y
otra parte se organizó en granjas estatales.
Desde los primeros días del triunfo
revolucionario, EEUU desató una campaña de
hostilidades contra el nuevo gobierno instalado en la Isla. Entre
1960 y 1961, cancela las ventas de
piezas de repuesto a Cuba, (incluyendo las de empresas filiales
radicadas en otros países), suprime las compras de
azúcar cubano y el suministro de petróleo (el 100% de sus abastecimientos en
aquellos momentos). Finalmente, en abril de 1961, impone el
bloqueo total a Cuba. (1)
Como respuesta, el Gobierno Revolucionario nacionaliza
las propiedades de consorcios norteamericanos que controlaban:
las mejores tierras del país (46% del área
cultivable), la producción de energía
eléctrica, la refinación y distribución de combustible, los
ferrocarriles, los puertos, el 40% de la producción
azucarera y el 60% de la producción de cemento, entre
otros importantes sectores.
La confiscación de las propiedades de Batista y
de sus colaboradores, que se habían enriquecido al
amparo de la
dictadura, permitió que pasaran al Estado las
primeras empresas que constituirían el sector estatal de
la economía. A fines de 1960, se nacionalizan todos los
bancos de
propietarios cubanos y más de 300 grandes empresas. Como
resultado de estas medidas, a fines de ese año, el sector
estatal de la economía controlaba el 41% de las tierras
agrícolas, el 85% del comercio
interior mayorista y el 52% del comercio minorista.
Además, tenía el monopolio de
la banca y del
comercio
exterior. (Rodríguez, J.L. 1990).
Pero, la nacionalización por sí misma no
resulta suficiente para iniciar el desarrollo
económico-social que necesitaba el país. Las
empresas nacionalizadas pueden continuar trabajando de forma
anárquica, si no se adoptan medidas que garanticen que su
actividad se oriente al cumplimiento de los objetivos y
necesidades fundamentales del país, es decir, si no se
cuenta con una "Estrategia de
Desarrollo" y
con planes y políticas
que la concreten.
Las primeras estrategias de
desarrollo económico. Agricultura
vs. Industrialización.
En los primeros momentos del triunfo revolucionario, con
la colaboración de especialistas latinoamericanos, se
hicieron intentos para la formulación de una estrategia de
desarrollo económico del país. Pero, en aquellos
momentos, esto no era posible concretarlo, entre otras razones,
por la incertidumbre sobre la posibilidad de recibir
colaboración externa, en términos de recursos
financieros, tecnológicos, posibilidades de intercambio y
cooperación e integración
económica entre países. Además, el
país no contaba con técnicos (la formación
de economistas se inició en 1962 en la Universidad de La
Habana), y la información estadística y contable era muy poco
confiable.
El programa
básico que orientó las acciones del
Gobierno Revolucionario en aquellos primeros momentos
había sido el trazado en 1953 por el Dr. Fidel Castro
en su alegato en el juicio por el asalto al Cuartel Moncada
recogido en "La Historia me
Absolverá" de la siguiente forma:
"El problema de la tierra,
el problema de la industrialización, el problema de la
vivienda, el problema del desempleo, el
problema de la
educación y el problema de la salud del pueblo; he
ahí concretamente los seis puntos a cuya solución
se hubieran encaminado resueltamente nuestros esfuerzos, junto
con la conquista de las libertades públicas y la
democracia
política.." (Castro, F. 1969, p.
46).
En el marco de una visita a Cuba de Anastas
Mikoyán, en esos momentos Primer Ministro de la URSS, en
1960 se firma el primer Convenio Comercial y de Pagos con la
URSS. En las condiciones de guerra económica desatada
contra Cuba por EEUU, la URSS salvó a la economía
cubana del colapso económico; primero, garantizando el
suministro de petróleo
al país; segundo, proveyendo el mercado para el
azúcar cubano; y tercero, ofreciendo créditos para la adquisición de
alimentos y de
armas para
defender al país. (Castro, F. 1978, p. 47).
Con esto, se creaban nuevas condiciones que
posibilitaban al país la fomulación de una
estrategia de desarrollo, que se concibe en 1961, y que se
planteaba como objetivo
inmediato la "transformación de Cuba en un país
industrializado a corto plazo", basándose en tres
puntos: (Rodríguez, J.L. 1990, p. 81).
- La industrialización acelerada a partir de la
industria pesada. - La diversificación de la
agricultura. - La sustitución creciente de importaciones por
producciones nacionales.
La experiencia demostró que estas intenciones
estaban por encima de las posibilidades reales del país.
La expansión de las industrias que se
consideraban fundamentales tenían un fuerte componente de
insumos importados, mientras que el proceso de
diversificación acelerada en la agricultura afectó
la producción azucarera que, en la práctica, era la
principal fuente de recursos externos.
En un análisis realizado por el Cmdte. Ernesto
Guevara se plantea que, el error fundamental de la
diversificación, consistió: "? en la interpretación que dimos al término
diversificación, en lugar de llevar el proceso en
términos relativos, se llevó en grado
absoluto…" Simultáneamente, se produjo una
dispersión de los recursos "en un número grande
de líneas agrícolas y pecuarias que también
justificábamos en términos de
diversificación..". (Guevara, 1964, p. 9).
Prioridad a la producción
azucarera.
En 1964 se firmó, entre Cuba y la URSS, un nuevo
Convenio Comercial, mediante el cual esta última se
comprometía a comprar a Cuba determinados volúmenes
de azúcar entre 1965 y 1970. También se firmaron
convenios con otros países socialistas, que
garantizarían por primera vez un mercado estable para el
azúcar cubano a precios que no
estarían expuestos a las oscilaciones del llamado "mercado
mundial azucarero". (2).
Con esto, el azúcar proporcionaría los
recursos externos que necesitaba el país para su
desarrollo. Los objetivos planteados en la nueva estrategia
concebían la utilización de la estructura
económica mono-productora y mono-exportadora de
azúcar de caña que había heredado la
Revolución y que hasta 1963 había sido imposible
modificar. Una precisión importante que hizo el Cmdte.
Fidel Castro en aquellos momentos, "No se ha desechado la
industrialización sino que se ha puesto el énfasis
principal en el desarrollo económico del país dando
a la agricultura el máximo impulso durante estos
años…". (Rodríguez, J.L.; 1990, p.
106).
Con estas premisas, se proyectó el Plan de
Desarrollo Azucarero, que culminaría con una
producción de 10 millones de TM de azúcar en 1970
(el promedio del quinquenio 1961-65 había sido de 5,2
millones de TM). Este plan requirió más inversiones
que las previstas y que, unidas a las realizadas en otros
sectores, elevó la tasa de acumulación a niveles
superiores a las capacidades de asimilación que
tenía la economía cubana en aquellos
momentos.
En 1970 no se llegaron a producir los 10 millones de TM
de azúcar pero, gracias a una gran movilización
popular, se produjeron 8,5 millones, que constituyeron la cifra
más alta de toda la historia de la producción
azucarera cubana hasta esa fecha. Pero, el esfuerzo realizado
produjo una fuerte desarticulación en toda la
economía.
En 1972, Cuba entra en el CAME como miembro pleno, con
lo cual se amplían las posibilidades del país de
aprovechar la colaboración internacional en el marco de
esos países. Esto propició su incorporación
a programas
conjuntos,
sistemas de
relaciones multilaterales, coordinación de planes quinquenales, planes
de especialización, condiciones de financiamiento
favorables, por acceso a créditos del Banco
Internacional del CAME, entre otras ventajas.
El I Congreso del PCC y la estrategia de
industrialización.
En el I Congreso del PCC, celebrado en 1975, se
aprobó la "Estrategia para el desarrollo
económico-social" del país para los
próximos años planteándose lo
siguiente:
"…Culminada una primera fase de impulso inicial
en que el centro de las actividades y la orientación de
las inversiones estuvieron dirigidas fundamentalmente hacia el
sector agropecuario, a la vez que se trabajaba en la
creación de la infraestructura necesaria en obras
hidráulicas, viales y otras construcciones con el
propósito de crear la base y las condiciones para llevar
a cabo el proceso de industrialización, la tarea central
de los planes de desarrollo y fomento de la economía
nacional, a partir del próximo quinquenio 1976-1980,
será la industrialización del
país…". (Plataforma, 1976, pp. 61-62).
La tarea principal de la industrialización en
esta etapa sería: "…crear la base interna necesaria
para el desarrollo sistemático de las fuerzas productivas,
abastecer de equipos y materiales a
la propia industria, a la agricultura y a la ganadería,
elevar los recursos exportables, sustituir importaciones y
producir artículos de amplio consumo de la
población…". (Plataforma, 1976, pp.
61-62).
En 1976 se firmo un nuevo convenio de
colaboración económica y
científico-técnica con la URSS, calificado en ese
momento como el más importante en las relaciones entre los
dos países, y la fijación a partir de ese
año de un precio de
compra mínimo para el azúcar de 30,40 centavos la
libra, sobre bases "resbalantes", en función
del índice de precios de los productos que
adquiriera Cuba en el mercado soviético.
En el quinquenio 1981-85 la economía
creció a una tasa anual del 8,5%, un 3,5% mas que lo
programado. Consecuente con la estrategia de
industrialización, las inversiones en la industria se
incrementaron un 40% sobre la cifra del quinquenio anterior,
orientándose principalmente a la industria azucarera,
industria eléctrica, minería y
metalurgia no
ferrosa, química
y construcción de maquinaria.
No obstante, el crecimiento inversionista demandó
mayores importaciones, que no fueron compensadas con aumentos de
las exportaciones, ni con los créditos disponibles. "El
problema esencial de la economía del país en el
quinquenio 1981-1985, radicó en que, aunque tuvimos un
crecimiento más que aceptable, fue insuficiente donde
más lo requeríamos, es decir, en la exportación de bienes y
servicios y en
la sustitución de importaciones…". (Castro, F. 1986,
p. 31).
Resumen de cambios en el entorno económico
en el período 1959-1989.
Como resultado de las estrategias y acciones
desarrolladas en el período y, sobre la base del esfuerzo
del país y de la colaboración de la URSS y otros
países socialistas, se produjeron cambios importantes en
el entorno económico en Cuba entre 1959-1989. Entre los
resultados principales se pueden destacar los
siguientes:
-Se logró una mayor integración
agroindustrial nacional, estableciéndose una industria
básica de fertilizantes nitrogenados, que no
existía antes, y se desarrollaron las industrias
abastecedoras de la producción agrícola. (envases,
piensos, alambres de púas, medicinas veterinarias, arados,
equipos y piezas).
-Se desarrolló la industria mecánica de apoyo a la agricultura,
produciéndose combinadas que garantizaron altos niveles de
mecanización del corte de caña, actividad que se
hacia en forma manual
requiriendo más de 500 mil cortadores de caña.
Además, se logró mecanizar el 100% del alza de la
caña, con la producción de alzadoras, y el
procesamiento de la caña en centros de acopio
mecanizados.
–Organización de una base nacional de
proyectos
industriales. Con anterioridad a 1959, los proyectos de
fábricas nuevas se preparaban en las sedes de las empresas
transnacionales extranjeras. Entre otros resultados, se
logró la construcción de centrales azucareras,
diseñadas por primera vez por ingenieros cubanos, con
más del 60% de abastecimientos nacionales.
-Desarrollo de la industria de materiales de la
construcción, indispensable para un fuerte proceso
inversionista. La producción de cemento se elevó de
700 mil tons. en 1959 a 3,7 millones de tons. en 1989.
Además, se crearon fábricas de elementos
prefabricados, que elevan la productividad y
calidad de las
construcciones.
También se hicieron inversiones importantes en la
infraestructura productiva, con incrementos significativos
en: red de carreteras
y líneas ferroviarias, sistemas hidráulicos,
acueductos, puertos, aeropuertos, alcantarillados, telefonía, entre otros.
Un aspecto que puede incluirse en la infraestructura, al
que se destinaron importantes recursos en el período que
se analiza y en el que se han producido cambios sustanciales con
respecto a la situación que presentaba el país en
1958 es el desarrollo de la ciencia y
la investigación científica.
(Figueras, 1999, pp. 117-132).
Entre 1962-63, bajo la iniciativa del Cmdte. Che Guevara,
se crearon, en el Ministerio de Industrias, varios centros de
investigación. A mediados de los sesenta se fundó
el "Centro Nacional de Investigaciones
Científicas" (CENIC) y se constituyeron los primeros 10
institutos de investigación sobre salud humana y, a fines
de esa década, centros de investigación vinculados
con la computación y la electrónica.
A fines de los ochenta, existían 173 Unidades de
Ciencia y
Técnica (UCT) especializadas en investigaciones en
diferentes ramas en los que laboraban unas 30 000 personas, de
ellas 8 500 con nivel superior. El país ya contaba con
más de 3 000 Doctores en diferentes ramas
científicas.
Entre algunos resultados que había logrado el
país en esta esfera, hasta fines de los ochenta, se
encuentran: el desarrollo de tecnologías y nuevos
productos en la industria del níquel, en los derivados de
la caña, sistemas de diagnóstico de enfermedades y
creación de equipos médicos, utilización de
energía renovable, obtención e introducción de nuevas variedades de
cultivos agrícolas más resistentes a plagas y
enfermedades y de mayores rendimientos, mejoras genéticas
y nutricionales en las ramas avícolas, porcina y bovina.
Los científicos cubanos también se destacaron en el
enfrentamiento exitoso de plagas y enfermedades que
"sorpresivamente" aparecieron en el país.
También se destaca el desarrollo del complejo
farmacéutico-biotecnológico. En su primera
fase, para respaldar el programa de salud
pública del país; en años posteriores,
ha constituido una línea de exportaciones que ha llegado
en algunos años a más de 200 millones de
dólares, (en 1990 constituyeron el 3% de las exportaciones
totales).
La formación de cuadros científicos y la
creación de centros de investigación hicieron
posible una industria biotecnológica nacional que, a fines
de los años ochenta, había obtenido 43 tipos de
anticuerpos monoclonales y 40 tipos de enzimas, entre
otros productos, 20 con aplicación comercial, la
mayoría exportables, además de equipos
médicos y de pesquizaje y diagnóstico.
Cambios en el entorno social.
El PNUD considera que, entre los aspectos que se deben
tomar en cuenta para medir el "Desarrollo
Humano", están los siguientes: (PNUD, 1990, p.
47).
- Empleo, ingreso, seguridad y
asistencia social. - Educación, cultura,
deporte y
perspectiva de género. - Salud, vivienda y medio
ambiente.
Son problemas a
los que el Gobierno Revolucionario cubano le prestó una
atención prioritaria desde los primeros
momentos. Con excepción del "medio ambiente" que
es un tema más reciente, los demás están
recogidos en el "Programa del Moncada", presentado por el Dr.
Fidel Castro en "La Historia me Absolverá".
En lo referente a empleo e ingreso,
la situación imperante en Cuba antes de 1959 podría
resumirse en los siguientes datos: "una
tasa de desempleo del orden del 24%; un nivel de subempleo de,
aproximadamente, el 9%; y una incorporación mínima
de la mujer al
trabajo,
apenas el 12% de todos los empleados, la mayor parte vinculada a
actividades domésticas. En cuanto a los ingresos, el 20%
de la población de mayores ingresos recibía el
57,9%, mientras que el 20% de menores ingresos tenía una
participación de sólo un 2,1%". (PNUD, 2000, p.
63-64).
Entre las políticas y medidas con efectos
positivos, sobre el empleo y los
ingresos, que se adoptaron en el período 1959-1989 se
encuentran las siguientes:
- Ampliación de las actividades productivas y de
servicios y aumento del número de puestos de trabajo.
Entre 1959 y 1969 se crearon cerca de un millón de
nuevos empleos. - Ley de Reforma Agraria, mediante la cual el 85% de
los campesinos se benefició con la eliminación
del pago de la renta a los terratenientes, además de
elevar su nivel de ocupación y el de su familia. - Rebaja de los alquileres de la vivienda entre un
30-50%, de las tarifas eléctricas y telefónicas y
rebaja o estabilización de los precios de los
artículos de primera necesidad. - Aplicación, a partir de 1963, de un nuevo
sistema de
remuneración salarial con un incremento del salario
medio anual del 3,5% como consecuencia de la elevación
de la tarifa horaria mínima. - El Estado se convirtió en el empleador
fundamental, con lo cual se pudo aplicar una política
laboral y
salarial equitativa para todos. - Garantía de la seguridad en el trabajo,
a través de medidas de protección e higiene
laboral, el descanso retribuido, y la protección contra
el despido arbitrario. - Regulaciones que protegen a grupos
vulnerables como: madres trabajadoras, discapacitados, o
personas cercanas a la edad de jubilación.
Como consecuencia de estas y otras medidas, así
como del propio desarrollo del país, a fines de los
ochenta Cuba presentaba los siguientes resultados: (PNUD, 2000,
p. 63-75).
- el 20% de la población con menores ingresos
recibía el 8,9% del total, y el 20% de mayores ingresos
el 34%; - la tasa de desocupación en 1989 se redujo al
4,6%; - mejoró la calificación promedio de la
fuerza de
trabajo; de cada 100 ocupados, 8 eran universitarios y 13
técnicos medios; en
los sectores de la salud y educación, estas dos categorías
representaban el 50%; - elevación de la incorporación de la
mujer al
trabajo; de un 12%, al 36% del total de las personas empleadas
y; una participación destacada en sectores como la
ciencia (45%) y la educación y salud (68%); - erradicación del trabajo
infantil.
Los problemas relacionados con la atención
de la salud son aspectos insoslayables en cualquier
propósito de desarrollo
social, a lo que el Gobierno Revolucionario le ha prestado
una atención priorizada desde los primeros
momentos.
Entre las características que presentaba la
atención y los indicadores de salud al triunfar la
Revolución se encuentran los siguientes:
- nivel de cobertura mínimo (en las áreas
rurales sólo llegaba al 8% de la
población); - esperanza de vida al nacer, 65
años; - tasa de mortalidad infantil de 60 por cada mil
nacidos vivos; - tasa de mortalidad materna de 118 muertes por cada
100 mil nacimientos; - un médico por cada 1 066
habitantes.
El primer paso en el desarrollo de los servicios de
salud fue la integración en un "Sistema Nacional de
Salud", de todas las instituciones
de servicios médicos que existían en el
país. Al igual que se hizo con el Programa Educacional,
las transformaciones en esta esfera se integraron con las
transformaciones económicas.
Para satisfacer las necesidades acumuladas que
existían en esta esfera, y las nuevas que surgieron con el
crecimiento de la población, el país tuvo que
dedicar una cantidad significativa de recursos, en la
construcción de instalaciones hospitalarias de diferente
tipo, en la producción e importación de equipamiento, en la
construcción de facultades médicas y en la
formación de recursos
humanos. (3).
Como resultado de las políticas aplicadas y de
los esfuerzos realizados en esta esfera, los principales cambios
que se operaron en la salud en Cuba, entre 1959 y 1989, se pueden
destacar los siguientes: (MINSAP, 1998).
- de un nivel de cobertura mínimo (en las
áreas rurales sólo llegaba al 8% de la
población) el sistema nacional de salud cubre el 100% de
la población; - la esperanza de vida al nacer se elevó,
de 65 años en 1958 a 74 años en 1990; - la tasa de mortalidad infantil se redujo, de
60 por cada mil nacidos vivos a 10,7; - la tasa de mortalidad materna, por cada 100
mil nacimientos, se redujo, de 118 a 31,6 muertes; - de un médico por cada 1 066 habitantes
en 1959, a 275 en 1990. - se erradicaron enfermedades que tenían
una gran prevalencia, sobre todo en las zonas rurales: la
poliomelitis (1962), la meningitis tuberculosa (1971), el
tétanos neonatal (1972), la difteria (1979), el
síndrome de rubeola congénita y la
meningoencefalitis (ambas en 1989); - los servicios de salud, incluyendo
hospitalización, medicamentos y alimentación de los
hospitalizados, se prestan gratuitamente a todos los
ciudadanos; - se ha desarrollado una amplia base
científico-técnica en el sector de la
medicina,
habiéndose creado decenas de centros de
investigación; - muchos de los hospitales cubanos cuentan con
equipamiento de alta tecnología, desde los
años ochenta se realizan trasplantes de corazón
y de diferentes órganos; - los centros de investigación
médica y la industria
médico-farmacéutica producen medicamentos y
equipamiento que no sólo brindan una cobertura al
sistema nacional de salud de alto nivel, sino que se exportan a
diferentes mercados.
Otros aspectos que el PNUD incluye entre los factores
del Desarrollo Humano son: cultura y
deporte.
En lo referente a la cultura, desde 1959
fue interés
del Estado apoyar la creación de instituciones, para
promover el desarrollo cultural multifacético de la
población y dotar al país de una infraestructura
capaz de impulsar esta actividad a los niveles más altos
posibles. (PNUD, 1990, p. 26).
En los primeros años se crearon instituciones que
luego alcanzarían enorme prestigio, dentro y fuera del
país, como: la Casa de las Americas, el ICAIC (Instituto
Cubano del Arte y la
Industria Cinematográfica), el Teatro Nacional,
el Ballet Nacional, el Conjunto Folklórico Nacional,
Danza
Nacional, y la Orquesta Sinfónica Nacional, entre
otras.
Se crearon escuelas para la formación de
Instructores de Arte, que trabajan en escuelas y comunidades,
así como numerosas bibliotecas y
otras instituciones culturales que se expandieron por todo el
territorio del país. Se creó un "Sistema de
Enseñanza Artística", con escuelas
específicas para las distintas manifestaciones del arte; y
se desarrolló un amplio movimiento de
aficionados y de talleres literarios.
También se creó un "Sistema de
Editoriales" (de un millón de libros y
folletos publicados en 1959, se pasó a 45,4 millones en
1990); de 60 bibliotecas que había en 1958, se pasó
a 345 en 1990; se desarrolló una industria
cinematográfica, que no existía antes en el
país; se expandió la actividad teatral; se
fortaleció el Teatro Lírico Nacional y se
fomentó el teatro infantil y juvenil; de 7 museos y 9
galerías de arte que existían en 1958, se elevaron
a 216 museos y 116, respectivamente. Además, se
creó un sistema nacional de empresas destinadas a
organizar o apoyar económicamente el trabajo en la esfera
de la cultura.
El desarrollo del deporte se ha concebido,
en la política
social cubana, como parte de la formación integral de
los ciudadanos. Para la práctica masiva del deporte se
construyeron instalaciones en todos los territorios del
país, que se han dotado de equipamiento y de personal
técnico.
Se estructuró un "Sistema Nacional de Cultura
Física y
Deporte", en torno a una
institución especializada, el "Instituto Nacional de
Deportes,
Educación Fisica y Recreación" (INDER). El deporte esta
incluido en todos los planes de estudio de los diferentes niveles
de enseñanza, para lo cual se han preparado miles de
profesores de nivel universitario en el INDER. Más de 2
millones de escolares reciben educación física
desde el nivel pre-escolar y más de 100 mil niños y
jóvenes participan anualmente en los "Juegos
Escolares".
Para los que muestren determinadas aptitudes, se crearon
Escuelas de Iniciación Deportiva (EIDE), donde cursan la
enseñanza media y dedican una sesión a la
práctica de un deporte específico.
La política de masividad en la práctica
deportiva, la infraestructura creada, los resultados que se
fueron alcanzando en las otras esferas del desarrollo social,
junto con la atención que le ha prestado el Estado, han
permitido que Cuba, desde los años setenta, se haya
convertido en una potencia
deportiva a nivel mundial.
Desde 1971, el país ha venido ocupando el segundo
lugar en los Juegos Panamericanos, después de EEUU. De
1904 a 1972 Cuba no había ganado ninguna medalla de
oro en
Juegos
Olímpicos; en 1972 ganó 3 medallas de oro; en
1976, obtuvo 6; en 1980, la cifra se elevo a 8 medallas; en 1992,
ganó 14 medallas de oro, más que todos los
países de América
Latina y Canadá juntos. (Martin, 1995). (Cuba no
participó en las olimpiadas de 1884 en Los Angeles, ni en
1988 en Seúl, por decisiones políticas).
Una comparación
internacional.
Según el "Informe sobre
Desarrollo Humano de 1990" del Programa de Naciones Unidas
para el Desarrollo, a fines de los ochenta, los niveles de Cuba,
en los indicadores que se utilizaron para calcular el IDH (Indice
de Desarrollo Humano), en comparación con los de los
países más ricos del continente americano eran los
siguientes: (PNUD, 1990, pp. 284-285).
País | Esperanza de vida (años) | Tasa de Alfabetismo (%) | PIB per Cápita |
Cuba | 74 | 96 | 2 500 |
USA | 76 | 96 | 17 615 |
Canadá | 77 | 99 | 16 375 |
Brasil | 65 | 88 | 4 307 |
México | 69 | 90 | 4 624 |
Argentina | 71 | 96 | 4 647 |
Venezuela | 70 | 87 | 4 306 |
El PNUD alerta de que "…las tres medidas de
desarrollo humano adolecen de una falla común: son
promedios que ocultan las amplias divergencias en la
población global. Diferentes grupos
sociales (y regiones dentro de un país) tienen
diferentes promedios de ingreso y esperanzas de vida…".
(PNUD, 1990, p. 38).
Una particularidad de los indicadores cubanos es que,
las diferencias entre los promedios de diferentes estratos de la
población y regiones del país, son insignificantes,
a diferencia del resto de los países con los que pueda
compararse.
Otro aspecto que se destaca en el Informe del PNUD es
que, "? el PNB per cápita alto no siempre va
acompañado de un impacto equivalente en los indicadores de
desarrollo humano?". Sobre esto, señala que, en un
grupo de seis
países, entre los que cita a Cuba, se presenta "…una
mejor clasificación según su desarrollo humano que
de acuerdo con sus ingresos, lo cual demuestra que han canalizado
sus recursos económicos hacia determinados aspectos del
progreso humano…". (PNUD, 1990, p. 42).
Cambios en el sistema de gestión
económica.
Las principales etapas en las que se pueden identificar
los cambios introducidos en los sistemas de gestión
económica en Cuba hasta 1990 son las
siguientes.
-Consolidación del poder
revolucionario y creación de las premisas para iniciar la
construcción del socialismo
(1959-1961).
-Los primeros planes y sistemas de dirección de la economía
(1962-1966).
-La eliminación de las relaciones
monetario-mercantiles entre las empresas estatales
(1967-1970).
-Rectificaciones y I Congreso del PCC
(1971-1975).
-El Sistema de Dirección y Planificación de la Economía.
(1976-1985).
-El proceso de rectificación de errores y
tendencias negativas. (1986-1990).
Consolidación del poder revolucionario y
creación de las premisas para iniciar la
construcción del socialismo
(1959-1961).
En los tres primeros años del periodo
revolucionario, en medio de una fuerte lucha de clases y de una
aguda confrontación con EEUU, el Gobierno Revolucionario
adoptó un conjunto de medidas dirigidas a crear las
condiciones para garantizar la dirección de la
economía del país.
Entre las medidas de regulación económica
que se adoptaron en esa etapa se encuentran las siguientes:
(Rodríguez, J.L. 1990, pp. 50-51).
- Control de las divisas,
eliminando las importaciones suntuarias y dirigiendo su
utilización a destinos que propiciaran el desarrollo
económico del país. - Orientación del crédito bancario y de las asignaciones
presupuestarias al desarrollo de la producción nacional,
sustitución de importaciones y solución de agudos
problemas
sociales que se acumularon durante años de gobiernos
entreguistas y corrompidos. - Creación, a fines de esta etapa, de un
"Sistema Bancario Centralizado" que se orientó al
cumplimiento de la política
económica de la Revolución y de sus planes de
desarrollo económico-social. - Reforma Tributaria, dirigida a promover el desarrollo
de la industria nacional, estableciendo altos impuestos a
determinadas importaciones y reduciéndolos a actividades
que promovieran las producciones nacionales.
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